lunes, 30 de agosto de 2010

Lo que mata es la pluralidad.

Mucha gente lee y relee sus libros preferidos. Yo los admiro. Pero no tengo la costumbre. Porque, hay tantos libros por leer, que me da ansiedad. Cuando re-empiezo uno ya leído, digo: ¿pero en qué momento leo todos los que todavía no leí? Y digo, ¿los que releen, no sienten culpa por la potencia de las nuevas letras? Definitivamente, existe gente más sana que yo. Por estas cositas hago terapia.

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