martes, 30 de noviembre de 2010

Ya lo sabíamos.

Dormir con lluvia
es dormir mejor.

Sin más.

Los viajes son
tatuajes.

"nah, ya fue, me voy a dormir la siesta".

¿Por qué da tanta fiaca comprar cd's vírgenes?

lunes, 29 de noviembre de 2010

Felicito

A todos los que hoy comieron ñoquis.

Una sensación parecida.

Terminar un libro
es parecido a cuando
completaba mi álbum de figuritas.
¿Y AHORA QUÉ HAGO?

Ya sé que falta pero


(Retrato de una ansiedad)

Quiero decir algo:

Que me encanta el parque centenario.
Me encanta la gente que va.
Me encantan los aros que venden.
Los mates que ahí se ceban.
Hasta los pajaritos de los árboles son lindos.

Fui feliz.

Hoy me regalaron un disco.

Fin de mes, principio de alegría.

¿Adivinen qué?
mañana cobro y voy a la librería.
¡Uou, wiiii, ievaaa, dale campeón!
Te digo los libros que quiero comprar este mes:

 

domingo, 28 de noviembre de 2010

Palabras que suenan un poco distinto, pero son iguales.

Ponerle a tu hija "Emilce"
es casi como ponerle "esguince".

Si no, no tiene gracia.

Antes de peinarme,
despeiname.

Suspiro de Domingo.

Ay, Buenos Aires,
gusto de vos.

Símbolos de crecimiento.

Ir al Auto-Mac
con el auto propio
es estar del otro lado.

Ciudades paralelas ¡Vayan a ver! me encantó mucho.



Un hotel es siempre igual a sí mismo, en Buenos Aires, Berlín o Teherán. Al atravesar la puerta de vidrio automática que separa el hotel de la ciudad, una burbuja de música funcional, carteles en inglés y jóvenes uniformados y sonrientes nos sumerge en otro país: el país Ibis, el país Suite Hotel, el país Holliday Inn...
Vamos hasta la recepción a pedir una llave para una vivienda sustituta y pasamos la noche en cuartos anónimos donde unos seres invisibles hacen nuestra cama, limpian nuestro baño, nos dan toallas limpias. Somos extranjeros en las manos de otros extranjeros que cuidan de nosotros.
¿Quiénes son esos fantasmas que entran en nuestro cuarto cuando no estamos ahí? ¿De dónde vienen: de una guerra, de una crisis económica, de la periferia de la ciudad? ¿Qué cosas vivieron y qué saben de la vida de los demás? ¿Cuántos cuerpos desnudos, baños mojados, camas deshechas, gente dormida, ropa y olores ajenos enfrentan cada día de su vida?
MUCAMAS es una instalación basada en biografías. Cada visitante toma el rol de una mucama que limpia cinco cuartos por hora, pero en lugar de hacer la limpieza, en una hora el espectador recorre cinco cuartos para asistir a retratos de gente de limpieza, a veces en forma de film, entrevistas de audio, textos, fotos. En cada cuarto de hotel se hace visible la vida de esos seres invisibles que limpian cuando nadie las ve.


El “libro silencioso” es una performance susurrada, una audio-obra para dos personas en la sala de lectura de una biblioteca. La pieza explora la tensión que caracteriza y hermana a las bibliotecas en todo el mundo: ese estado, mezcla de silencio y lectura concentrada, en el que las personas se sumergen cuando leen un libro, cada uno de manera íntima pero en un lugar público.
Dos espectadores/participantes están sentados uno al lado del otro junto a una pila de libros. Por medio de auriculares, fichas y anotaciones marginales reciben instrucciones que los guiarán en un enigmático viaje por las páginas del libro. A lo largo de 45 minutos va teniendo lugar entre ellos ese hechizo que se encuentra latente en la lectura íntima y solitaria de un libro y que ahora viaja en silencio de lector en lector...

Depende.

Hay fines de semana
que se viven más de día
que de noche.
Y otros, no.

miércoles, 24 de noviembre de 2010

No creo que les llegue.

Un saludo para todos los que no me conocen.

¡Por eso es fundamental brindar a los ojos!

Hoy entendí algo re copado:
mirar a alguien es hacer algo.
Es invitar al otro a algo.
Es hacer participar. Es traer más cerca. Es proponer conectar.

martes, 23 de noviembre de 2010

Ansia de vacación.

Hola,
sí,
me quiero ir a Bahía.

Sobre mí.

No soy de las que se la creen.
Pero tampoco me la descreo.

lunes, 22 de noviembre de 2010

P.N.G (persona no grata)

No estar de acuerdo conmigo misma
es una parte muy importante de mí.

domingo, 21 de noviembre de 2010

No entendés nada, BO-LU-DA.

"Qué difícil es la espontaneidad.
Necesitaría una capacitación".

Feliz cumple mes.

21 de noviembre:
un mes para el verano,
cuatro meses para el otoño
siete meses para el invierno.
(Me encantan los aniversarios insignificantes).

Qué título tan simpático, por favor.

Hoy:

[Esta gripe desubicada me hace leer cosas muy lindas].

sábado, 20 de noviembre de 2010

Hoy digo:

Basta para mí basta para todos.
(me encanta usar en la vida
las expresiones de los juegos de mesa).

Confesión de primavera

Siempre que me tocó contar en las escondidas, hice trampa.

Un uso especial.

- ¿Por qué es feriado el 22?
- Por suerte.

Callame que me gusta.

Hay personas que tienen problemas para decir las cosas.
Yo tengo dificultades para no decirlas.

viernes, 19 de noviembre de 2010

Conjuro mágico.

Mocos,
leave me alone.
Let me be.
Let me free.
Stop taking me.
Stop coming here.
Go away.
Hate you, i really hate you.
I used to love breathing.
I used to love being healthy.
I'll close my eyes, and
i will wait for you to walk away forever.

jueves, 18 de noviembre de 2010

Chau, me voy.

Me voy a leer un rato,
así puedo seguir escribiendo más luego.
Hoy:

Dos cosas no importantes en un mismo post.

Algo que siempre me gustó:
los hombres que todavía usan pañuelo de tela.
Algo que siempre me pregunté:
¿hay mujeres que usan pañuelo de tela?

Oh.

Cuando me estaba curando del resfrío,
me resfrié.

No me ofendo, igual.

Cada vez que alguien me dice "ay, sos muy de letras",
me lo dice en forma de insulto.

miércoles, 17 de noviembre de 2010

Uhm.

Estuve pensando, y siento que decir "nosotros mismos" es una redundancia.
Si somos nosotros, es obvio que somos nosotros mismos. No existe ser nosotros- otros.
Pero queda bien, como que da énfasis.
Sí, eso, da énfasis.

Una infancia feliz VI

Cuando estoy enganchada con un libro,
no me quiero ir a dormir nunca más.
De chiquita me pasaba lo mismo.

Me gusta el concepto

Derrapar.

Bancátela.

Me gustan las cosas inevitables,
porque están fuera de nosotros mismos.

Es así.

Viste que empezó una etapa
en la que hay más fotos
que en el resto de las etapas.

Cromatismos

El blanco es un color.
El negro es un color.
El verde es un color, también, sólo que más colorido.

martes, 16 de noviembre de 2010

El mundo es dos.

Nueva división: los que lloran casi nunca
y los que lloramos casi siempre.

¿Un pedido?

¡Poneme una cumbia
que me vuelvo loca!

Cosas obvias.

Si no menstruás,
si no parís,
si no te depilás,
mínimo comprame regalos todos los días.

Identidad relativa

Cuando veo a dos minas ir juntas al baño y simplemente no lo entiendo,
cuando las percibo tardar y tardar mientras yo voy tan rápido,
cuando no capto los códigos de la crítica compulsiva
o los de la mirada detallista sobre el look de todas las demás mujeres, me pregunto:
¿Seré mujer?

Las mujeres, qué perras.

"Es tan linda que da como asco".

Ojo.

La ilusión es tan linda como peligrosa.

lunes, 15 de noviembre de 2010

Festejos

1000 entradas cumplimos alegriaquijotesca y yo.
Felices, nosotros.

Un regalo inesperado.

Hoy fui a un kiosko y había un muchacho adelante mío comprando un chocolate.
Muchacho: -Hola Rolo*, ¿me das un milka leger?
Juli mueve la cabeza, en señal de negación. Muchacho percibe movimientos pero no se da por aludido.
Muchacho paga y gira, topa con muchacha de rulos moviendo la cabeza en señal de desaprobación.
Muchacho:- ¿cuál hubieses comprado vos?
Juli:- Cualquiera que no tenga aire adentro. El aire le saca chocolate al chocolate.
Muchacho: - ¿Vos decís que es algo así como una estafa?
Juli:- Al menos un principio de estafa.
Muchacho:- Pero son como burbujitas, es divertido.
Muchacho regala chocolate con aire a muchacha de rulos.
Muchacha de rulos vuelve feliz con regalo en la cartera camino a su casa.

--------Era así el chocolate.
*Rolo es el señor kioskero amigo.

Todo es culpa de los griegos.

Quiero inventar algo
pero sólo puedo pensar
en cosas que ya existen.
Malditos los que vinieron antes
a decidir cómo iba a ser el mundo.

Esbozo primero.

La vida es lo que pasa
mientras pensamos qué hicimos durante el día.
Lo que hicimos más lo que pensamos
y un mate con facturas, eso es básicamente la vida.

No da.

Me asusta la gente que es feliz en días húmedos y días lunes.

domingo, 14 de noviembre de 2010

Yo no soy

tacos
gorra con visera
pintalabios
cocalight
showmatch
invierno
tocoymevoy
Derrida
compumanía
cafiaspirina
boliche
primera clase
punchi punchi

Tendencias

 Parece que se puso de moda
que el pasado se haga presente.
Dios, qué miedo el futuro.

Me asusta

tanto silencio.

Peor.

A veces entender
es menos mejor
que no entender.
Ah; y no entender
no es lo mismo que
desentender.

sábado, 13 de noviembre de 2010

Asombros.

Ni en mis más profundos pensamientos,
aparecen cosas tan locas como en algunos de mis sueños.

viernes, 12 de noviembre de 2010

Ayyy

La pregunta del millón:
Por qué nos cuesta tanto.
¿Eh Eh Eh Eh Eh Eh Eh?

Impulsos

Tener un lindo nombre y un lindo apellido es el comienzo
de algo bueno.
Por ejemplo, para ser pintor y firmar tus cuadros.
O para firmar una carta.
Es una hamaca, un trampolín, un motor para empezar a andar.

Paralelos.

Me gusta inventarme mundos,
el problema es que ya no sé
cuál es la realidad. Si la de mentira,
o la de verdad.

Placer.Mío.

No hay mejor que volver cansada
a casa y sacarme las medias.
(bueeeeeeeeeeeno.
sí hay mejor, pero digo).

Los precios locos de nuestra vida.

Crecer no es gratis.
Es más, es bastante caro.

jueves, 11 de noviembre de 2010

Derecho a no estar.

Ponerse el cosito de música en el colectivo
es como decir: gente, estoy en otra,
estoy acá pero sin estar del todo acá;
sí, estoy, pero no me jodan. Gracias.
Es parecido a taparse la cara con las manos
y hacer que te escondés, pero menos infantil
y más socialmente aceptado.

Pobre.

La tortuga no sabe
que todos hablamos mal de ella.
(que es la más lenta, la más más lenta).
Aunque, en verdad, mejor que no sepa, ¿no?
Me arrepiento de mi título.

Desubicaciones insoportables.

Una gripe en primavera da tanta bronca
como el mosquito que te despierta una noche de invierno.

No estés celoso

Pequeños grandes crecimientos.

Ayer estábamos ya gran parte de los integrantes del "Grupo Comando Paul", todos amuchados en el auto, dispuestos a viajar sin prisa pero sin pausa hacia zonas verdes de pastos y recitales. Cuando de repente, out of the blue, un taxista cope nos toca la bocina y nos hace una seña inconfundible: pinchamos.
Siempre pensé que si alguna vez me pasaba eso, sin mi padre al lado para auxiliarme, iba a largarme a llorar y a bajarme sistemáticamente del auto, dejándolo abandonado dondequiera que fuese aquel suceso.
Cuestión que la Avenida Córdoba no me inspiró bajarme ni salir a correr y a llorar, sino que, todo lo contrario a mi fantasía, tuve que cruzar diagonalmente la acera y comandar el pinchado auto hacia la primer gomería amiga, que, gracias a la buena suerte dentro de la mala suerte, estaba en frente nuestro.
1º Suceso Bochornoso: no saber si hay rueda de repuesto disponible.
2º Suceso Bochornoso: no saber con qué llave abrir el baúl.
3º Suceso Bochornoso: no conocer el número de patente.
Las miradas más toscas, más machistas, más irónicas de los últimos años, y yo aguantándome la congoja interior por la bronca de querer ya estar sentada en el Monumental, viendo a un beatle, viéndolo a Paul, divertida, emocionada, lejos del olor a mecánico y asfalto de las siete de la tarde.
¿Mi conclusión del día? odié pinchar la rueda, pero estuvo bien aprender a manejarse en una situación así. Por suerte, un parche, quince minutos, treinta pesos y a otra cosa mariposa.
¿Mi otra conclusión? Nunca más nadie tiene que ver TN: ni trapito, ni barrabrava, ni 2 horas de cola para entrar al estadio: a 7 cuadras, ni un peso, y entramos en un abrir y cerrar.
Conclusión final: que la chupen.
(Amén).

Era obvio.

Hoy no tenía ningún libro en el morral. Es más, justo hoy no tenía morral. Tenía una mochilota.
Hoy no tenía bien armados los rulos. Hoy el pelo estaba con sus peores despeines.
Hoy tenía semejante cansancio. Cansancio con resfrío. Cansancio con resfrío y dolor de garganta.
Hoy tenía mil carilinas y mil tampones en los bolsillos.
Hoy llevé pantalón suelto y sweater lleno de bolitas de vejez.
Hoy salí con ojeras, con la espalda torcida, la media corrida, el rimmel vuelto colchón negro.
Hoy, justo hoy, te acercaste a mi mesa en el bar y me dijiste: -Hola, pretty.

lunes, 8 de noviembre de 2010

Un deseo y otros más.

Quiero decir: "ay, qué normal que sos". O, "ay, qué raro es tal". Pero lo "normal" y lo "raro" y lo "anormal" son expresiones controversiales, que ya no se usan demasiado porque connotan algo que infringe cierto algo.
No sé, yo me cansé de dejar de usar palabras que quiero usar. Quiero decir lo que quiero decir.
También me cansé de que el word decida qué existe y qué no existe, con esa rugosa roja del carajo que achica nuestro mundo posible.
Voy a decir qué raro y voy a decir que vos sos raro, y si el word me subraya el voceo, que se meta bien su rugosidad en el culo. (murphy: en esta solemne ocasión, no me alertó nada respecto de la palabra "culo", guacho corrector subversivo).

Que me simpatizan.

Ni muy muy ni tan tan.
Ni fu ni fa.
Piola.
Macanudo.
Regio.
Salame.
Perejil.

Sutil modificación II

Una cosa es una cosa
y otra cosa es una cosa, también.

Cosas.

Me gustan los cuentacuentos,
me gustan los cuentachistes,
me gustan los que improvisan,
me gustan los resolvedores fugaces de juegos de ingenio,
me gustan los ajedrecistas y los profesionales del ping pong.
Me gusta Hong Kong.
Me gusta el árbol de palta y una maceta pintada de verde.
Me gusta el jazmín del país y un azulejo multicolor.
Me gustan esas guirnaldas de pajaritos orientales.
Me gusta que ayer haya sido el día del canillita.
Me gusta ir al teatro un lunes.
Me gusta un mapamundi inflable.

Imposibilidad del ser.

Si me importaran menos las cosas del mundo,
yo no sería yo.

sábado, 6 de noviembre de 2010

Bronca del que se queda.

Si te morís, te mato.

Plan maestro.

Que dale, sí, que nos vemos ocho y media en la puerta del bar. Sí, en Paraguay y Scalabrini. -Ah, ¿sos de esos? Bueno, entonces dale. Nos encontramos a las ocho y media en la esquina de Paraguay y Canning, ¿ahora sí? Es que tenés que poder adaptarte a la nueva terminología, entendés capo, digo yo haciéndome la capa- (quedando,   claro está, como una reverenda pelotuda). Que no, que no pienso llevar minifalda, qué sos vos, qué te pensás, eh vo' loco. Nos reímos un poco pero con esa risa incómoda a la que expone cualquier tipo de diálogo celular. El mío en particular, tremendo zapatófono, abre grietas de incomunicación permanente.
Nos reímos, o creo yo que nos reímos; yo me estaba riendo, eso seguro. Quizás él tosía o hacía ruiditos imperceptibles, ni idea. Pero la cuestión es que ya me había empezado a doler la panza de los nervios y todavía no había pasado el peor de los momentos: el viaje en colectivo desde mi casa hasta el lugar del encuentro. Ese trayecto- y cuando digo ese digo cada uno de los trayectos pre-cita de la existencia de mi vida- es la exposición por antonomasia a la transpiración y a la histeria absoluta. Lo controlo un poco escuchando a Kevin Johansen en mi aparatito plateado, pero esa es sólo una estrategia de calma parcial: mi cara dice paz pero mi ritmo cardíaco dice guerra. Tarareo unos versos de no tenés ni idea, no tenés ni idea, y mientras canto, me voy imaginando el momento del saludo. Siempre practico sola el "hola" del principio. El hola que abre, mejor dicho, que puede abrir, los próximos holas del resto de nuestras vidas.
(Sí, así es mi cabeza, no hay con qué darle).
Siento que tiene que ser seductor y a la vez espontáneo y nada  estructurado. Una vez, me acuerdo, me salió exactamente como me lo había imaginado. Me quedé tan contenta con ese saludo, con mi voz, con mi respiración relajada, que al pibe no le di ni pelota, y fue la peor cita de mi vida. Todo por un hola de mierda.
Entre Kevin y un poquito de "Los románticos de la 100", llegué en dos patadas al bar, casi sin practicar mi hola. Mejor así, pensé, que sea lo que sea.
Pedir o no pedir café, esa es la cuestión. Digo, antes de que él llegue. Porque no pedir es como más servicial y cordial, pero pedir es independiente y fuerte. No sé qué soy, cuál de las dos. No sé, peor, cuál de las dos quiero ser. No sé nada.
Espero, decido esperar. Acerco el diario de la mesa de al lado, que está vacía. Lo robo, siento que lo estoy robando, lo despego rápido y me lo traigo cerquita, como si nunca hubiese estado en la otra mesa.
Viene el mozo, le digo que voy a esperar un poquito, que soy toda una caballera. El tipo me mira mal y se aleja, con una expresión de que no le rompa las pelotas. Yo igual estoy conforme con mi decisión, aunque buscaba en el mozo un poco de complicidad para este momento terriblemente angustioso que es la espera.
¿Por qué me hace esperar? ¿Por qué no llega él primero? ¿Qué, acaso no estaba lo suficientemente ansioso para salir con la anticipación adecuada? Pf. Insoportable, insoportable (yo).
Cada minuto dura quince minutos en el bar. En el bar sin él, claro.
Leí espectáculos, rapidito, y después agarré la sección de política, para hacerme la interesante. Siempre hago como que la hojeo, y esta vez no fue la excepción: me detuve en alguna de las páginas, estratégica, como para que cuando él llegue yo fuera una chica bien, una chica que lee cosas bien.
Llegó. Justo acorde con mi plan.
-Qué leés.
-Nada, me estaba haciendo un rato la linda.

Es sólo una cuestión de actitud.

Cuando los camioneros le gritan
guasadas desde la cabina movilizada,
ella saluda sonrojada y les tira un beso.

temores del yo.

días como hoy,
existirme
me asusta.

¿Secuencia de amor?

LLAMO----LL
LAMO  -----L
AMO    ----
(el amor es mudo).
//
Amor: hoy a la noche te llamo.
Amor: hoy a la noche te lamo.
Amor: hoy a la noche te amo. 

martes, 2 de noviembre de 2010

De hombres y mujeres.

Que sí, que me gustás, que gusto de vos, que sos divina, pero que las cosas son medio complicadas. Por qué complicadas, pregunto yo, con un aire de que no sé de qué mierda me habla pero sabiendo perfectamente de qué mierda me habla. Siempre tiendo a hacer eso: mierdas del lenguaje, mierdas de la expresión, como desfigurando una realidad tan nítida como inexplicable. Me hago la que no cuando absolutamente sí. Entonces empieza con que los caminos, las vidas desencontradas, los tiempos desfasados; la mierda de la puta que lo parió. Y yo encima, bien pelotuda, hablo rápido después de él. Verborrágica, descompensada, como queriendo convencerlo, convencerlo de algo que no sé qué es. Le digo que ta, que entiendo lo que dice, pero que se fije porque no todo es tan radical y que si uno no se juega nunca se sabe cómo termina. El tema está en querer tirarse a la pileta, termino diciendo. Pero quién carajo me manda a decir semejante estupidez, como si de mi boca salieran palabras de la revista Para Ti.
Bueno, nada. Que te acompaño a la parada de bondi, que no, que andá a cagar, que no te hagas el bueno para hacer que terminamos bien la noche, careta, que bien sabés que en estos momentos sos un flor de pelotudo. Pero pará nena, no te pongas así, histérica, sabés que sos hermosa, sabés todo lo que te quiero y lo que significás para mí, tampoco te hagas la que te estoy martirizando, sólo quiero actuar con las cosas más claras de las que las tengo.
Me prendí un pucho como si me quedaran cinco minutos de vida, y en esos cinco minutos tuviera que fumar lo más rápido posible para aprovechar los minutos restantes a ese cigarrillo. Me lo arrancó de la boca y lo tiró al piso. Típico de él, tan él. Me enojé. Que sos un pelotudo, que no estamos jodiendo, que no todo en la vida es una joda . Y yo dale con la bajada de línea estupidizante, por qué no se me ocurrían cosas inteligentes. Siempre me pasaba eso: el hijo de puta tiene la palabra justa y yo, como una gila de aquellas, sólo podía hablar con vocabulario Casi Ángeles. Mierda.
Me prendí el segundo pucho y me lo fumé hasta el final.
Hicimos silencio. Como quince minutos.
Nos miramos, nos dejamos de mirar, volvimos a mirarnos. Todo en silencio.
Me acompañó hasta la parada del bondi, y me dijo que bueno, que tenía que pensar bien, que el viernes se iba a Uruguay a refrescar la cabeza. Y que volvía y me llamaba, al menos para ir a tomar algo.
Le dije que las cosas no eran así. Que yo no quería más, que yo así no quería más. Que no quería más de él ni de ningún hombre. Que me iba a volver lesbiana. O antisocial.
Nos reímos.
Vino el bondi.
No me lo tomé.
Ni ese ni ninguno.
Caminamos y abrimos un vino tinto de madrugada.

Basado en:

lunes, 1 de noviembre de 2010

Complicada.

Incluso cuando estoy muy divertida
siento que me aburro.

Una de dos.

O los demás están creciendo rápido
o yo lento.

Mañana

Va a ser hoy en algún momento
(mañana).

Hoy

No pasó tanto ni tan poco.
No pasó tanto pero tampoco pasó tan poco.