miércoles, 26 de enero de 2011

El mundo vuelve a ser dos.

La malla enteriza y la bikini.

Y agrego una teoría muy personal:
el cuerpo de mujer que se banca la malla enteriza,
es EL cuerpo que se banca cualquier prenda.
Si la enteriza te va bien, aplausos.

Vocabulario amplio.

Jime: - Me dio mucha lástima, ver cómo destilaban a esa pobre oveja.

Me gusta todo lo de limón.

Escapando fuertemente de mis estructuras culinarias,
puedo decir que hoy como con placer una torta
que no es de chocolate.
Nuestra nueva receta casera que la rompe.
Lemon pie con leche condensada.

Sankofa

Ayer a la noche fue terça fera, o sea, martes,y los martes se descontrola el pueblo salvadoreño.
Si siempre toman cerveza, los martes toman más cerveza.
Si siempre tocan tambores ,los martes tocan más tambores.
Si siempre son felices, los martes están más alegres seguro.
Nosotros fuimos saltando de zuco en zuco: ananá con menta, naranja con açerola, açaí.
Y saltando también fuimos al bolichito salsero del pelourinho. Sankofa.
Una banda de músicos peruanos nos esperaba con todo el sabor latinoamericano de la salsa,
y nosotros nos dejamos bailar al ritmo del pianito y del tambor.
Giro, giro, cabeza, cabeza. Todo acompañado de un caudal importante de transpiración.
Nos deshicimos de a poco moviendo las caderas y comprobamos una vez más
que los negros nos pasan el trapo sacudiendo el cuerpo.
La lluvia que nos esperó a la salida pudo limpiar algo de nuestro sudor,
pero nada de nuestra felicidad.
Está empezando el final del viaje y yo estoy empezando
con esas emociones de los viajes largos y especiales,
que se pueden terminar un día pero en verdad, a la vez, no terminan nunca.

lunes, 24 de enero de 2011

Un pedido.

Querido Fin de Mes:
Soy Julieta del barrio de Villa Crespo.
Tengo 25 años y te escribo porque me gustaría pedirte un favor especial: que te retrases unos días. Te explico: estoy en Bahía, Brasil, tomando clases de danza y conociendo playas divinas, y cuando termina el mes empieza el momento de ir volviendo. No te digo que te estires mucho, tipo 20 días, pero, te parece muy costoso intentar prolongarte hasta el 10 de febrero más o menos? así, algo tranqui, como para tener un poquito más de tiempo de disfrute.
No sé, pensalo. Queda en vos.
Desde ya muchas gracias, te mando un abrazo grande.
Juli.

Recalculando.

Me habrán robado las fotos,
pero las imágenes no me las saca nadie.

Placer al infinito punto rojo.

La luna estaba redonda, amarilla y enorme.
El escenario flotaba entre el mar y las palmeras.
La arena clara supo hipnotizarnos en sus tierras.
Entonces entendí que los paraísos
están más cerca de lo que pensamos.

viernes, 21 de enero de 2011

Infaltable

Jugo de coco con limón después de la clase de la mañana.
El mejor jugo de mi vida.

Un panorama de 21 días de viaje.

Los olores cambian de ciudad y yo cambio con las ciudades: de olores.
También cambio en general. Toda ciudad me deja algo.
Ojo. Bahía también me saca. Eu ja não tenho mais câmera de fotos.
Los disfrutares son distintos de los de siempre. A ver, un ejemplo.
Me gusta pasar cerca de árboles descontrolados en verde y sentir la fragancia.

Bahia es blanca y amarilla clarita. También es multicolor.
Los jugos de Bahia son como Bahia.
Ricos y descocados de sabor.
Coco hay por todos lados. Bahía no es una ciudad en verdad; es restos de coco erosionado con los años.
Bahía es también una limadura de coco.

Nuestra casa es el refugio del descontrol callejero.
Nos escondemos de los carnavales negros bailarines.
El mar cerca de la almohada me hace dormir con sabor a caracol.
El atardecer es temprano y eso me da más chance de dormir.
Pero lo aprovecho y sigo bailando y cantando.
Así es acá.

martes, 18 de enero de 2011

Es como la sirenita

Clavamos la vista en la arena,
en el fondo pero no tan en el fondo;
miramos, detenidos, el bamboleo del agua quieta,
y allí todo se nos hizo claro:
nada era lo que parecía ser.
Todo lo quieto era ser viviente y todo
lo que nos rodeaba era cosa viva.
Las estrellas de mar derrochan simpatía:
cosquillean sobre el cuerpo, escalan el brazo abriendo y cerrando
su cuerpo de estrella.
Y los cangrejos hacen ruido a pinza,
chiquichiquichiquichiqui.
Yo no sabía pero
toda piedra es cangrejo.
No existen las piedras en Brasil,
sí los cangrejos que se mimetizan, y son buenos
porque se disfrazan de piedra para no asustarnos.

Descrecer.

Jime me dijo que
mi niño interior
sale mucho a pasear
al exterior.
Y yo también creo eso.

jueves, 13 de enero de 2011

No entenderse ni a uno?

Veo que existen personas
que saben leerse mejor y más rápido que yo.
Hay gente que se sabe.
A mi me cuesta, me toma tiempos indefinidos.
No me sé me.
Y cuando siento que decido algo mío, cambio.
Cambio y cambio y cambio, pero tampoco cambio tanto.
Me voy de mis manos.
Me voy de mí.
Pero veo a esas personas
que la tienen tan clara, que saben que son como son
y digo: te quiero.

Entregados. Qué va.

No podemos parar de soñar.
Nos estamos despertando cansados de sueños.
Dormimos pero estamos más despiertos que nunca, dormidos.
Tendríamos que dormir después de dormir para descansar de nuestras cabezas.
No podemos parar de soñar.
Se amontonan imágenes sobre las fundas de almohadones
y nos contracturan las noches de turbo, barcos y partidas de cartas.
Intentamos traducir con palabras pero fracasamos:
los sueños se nos escapan del vocabulario.
No podemos parar de soñar.
Se rebelaron dentro de nuestra cabellera
un tornado de sensaciones que, subvesivas,
nos despiertan en mitad de la noche y observamos la lluvia.
No tuvimos opción: resignamos la conciencia
a la borrachera de los huracanes nocturnos.

miércoles, 12 de enero de 2011

Hay equipo






Identidad partida

En qué etiqueta me escribo;
qué oración soy.
Cuándo defino una línea;
veo más de lo que veo antes.
De qué elemento estoy más hecha,
qué energía me alimenta.
Cuándo los mapas me rastrean;
soy una línea que curvea.
Ando planeando cielos altos,
no me costaría bajar, aunque preferiría
no hacerlo.

Deseos.

Lo que es re loco es pensar que uno
podría mirar el mar todos los días.

sábado, 8 de enero de 2011

Uff

-Qué miedo encontrar así algo que te guste mucho y pensar que toda tu vida puede cambiar, no?
-A mi me da más miedo no encontrarlo.

Definitivamente

Vinimos al lugar indicado para ser felices.
Bahia es difícil de escribir. Es como una moneda de 32 caras más o menos.
Nuestra vida se divide en: levantarnos y desayunar en el balcón frente al mar comiendo pan y frutas y tomando mate. Ah. La gente mira el mate con desconfianza, como si fuera droga o algo malo y prohibido. Nosotros les convidamos. Quizás por eso la policía nos está buscando en todo el estado. (chiste).
El día sigue lleno de clases de afro, técnica silvestre, capoeira y samba. Estamos moviendo las caderas como nunca y chivando más que siempre. Ah. Me di cuenta de que me gusta transpirar. Me hace bien al cuerpo y a la cabeza. Me limpia de todo. Además Brasil es un país que transpira. No se puede no. La humedad acá no es lo que mata, porque los negros son vivitos y coleando.
Las clases son maravillosas. Vinimos al nido del afro, al nido de la percusión y del ritmo.
Nuestros profesores nos generan admiración y ganas de ser como ellos cuando seamos no tan grandes.
Siguiendo con el día, solemos morirnos de la risa en los horarios de almuerzo y cena, y aunque ahora somos 5 bajo el mismo techo, sale siesta coordinada y hay momentos de lectura y escritura colectivos. Eso está bueno: que haya momentos para todo.
Nos está faltando un poco de salir a la calle, salir a la noche y esas movidas, pero la calle no es lo que más nos gusta. Está bueno pero también hay mucha policía y a veces se generan climas demasiados hostiles como para exponernos. Me hace acordar a Colombia Paraguay y Bolivia. Será algo que es latinoamericano, quizás. No hay otra. Pero qué lindo es Lationoamerica che. Qué bueno que existe. Qué bueno también que no somos europeos. Porque los que bailan con nosotros y son europeos no hacen contacto visual y siempre intentan escaparse del beso del hola o chau. Ah. Acá en Bahia se dan dos besos. Me parece que eso habla mucho y muy bien de los brasi.
Hoy dormimos una siesta en la praia, al lado del mar, escuchando la espuma. Nada mal eh.
Ah, me anda pasando que pienso que toda la vida de todas las personas podría ser distinta si encontramos algo así tan lindo que nos remueva nuestra vida habitual. Ah, qué miedo, no?

miércoles, 5 de enero de 2011

Bahia de todos os santos.

Bahía es tal cual nos imaginábamos, pero más real.
Aunque las casitas de colores siempre parecen sacadas de un cuento de hadas.
Como si Peter Pan hubiese venido a construir techo por techo.
El pueblo brasilero es feliz, y, en mi humilde opinión, es muy superior a nosotros blanquitos.
Estuvimos charlando mucho justamente sobre la esclavitud. Qué loco, no? Hasta hace tan poco, esclavos.
Y ahora parecieran festejar la libertad, el sol, el cuerpo.
No entiendo cómo los negros, con esos físicos, no se rebelaron mal contra los putitos conquistadores. Aunque sí entiendo, pero digo: guau, qué mal el mundo. Patas arriba, como Galeano.
Claro también están las cosas de siempre: el pobre conviviendo con el rico, el gordo con el flaco, el violento con el pacífico.
Pueblo pasional: parejas abrazadas y peleas callejeras. El cielo y el infierno, pero todo cuerpo a cuerpo. Lo físico es bien físico.
Hay sabor, hay cadencia. El portugués transporta al lenguaje el código del cuerpo. Es genial.
Nosotros tenemos un balcón con vista al mar. Eso ya nos cambia la vida.
Desayunamos con mango y granola y miramos la quietud del agua turquesa y nos babeamos de amor.
Esta semana empezamos las clases y el cuerpo se siente liviano.
La transpíración es moneda corriente porque el aire es húmedo y cálido.
Pero corre viento y corre bien. Es muy lindo.
Nuestro barrio, santo antonio, es un poquito alejado del pelourinho. (Por suerte).
El centro es caos: música gente comida gritos turismo. Faa.
Nuestro barrio es color arbolito de navidad (con luces) y no huele tanto a cerveza como el centro.
Me pregunto por qué a nuestra ciudad no llega el Açaí, esa delicia mundana.
De viaje, me pregunto muchas cosas.
Pero mientras tanto, juego al chin chon y soy bastante feliz eh.