viernes, 28 de diciembre de 2012

La casa de al lado- Fernando Cabrera

No hay tiempo, no hay hora, no hay reloj 
No hay antes ni luego ni tal vez 
No hay lejos, ni viejos, ni jamás 
En esa olvidada invalidez 

Si todos se ponen a pensar 
La vida es mas larga cada vez 
Te apuesto mi vida una vez mas 
Aquí no hay durante ni después 

Deja no me lo repitas mas 
Nosotros y ellos vos y yo 
Que nadie se ponga en mi lugar 
Que nadie me mida el corazón 

La calle se empieza a incomodar 
El baile del año terminó 
Los carros se encargan de cargar 
los restos del roto corazón 

Acá en esta cuadra viven mil 
Clavamos en tiempo en un cartel 
Somos como brujos del reloj 
Ninguno parece envejecer 

Mi abuelo me dijo la otra vez 
Me dijo mi abuelo que tal vez 
Su abuelo le sepa responder 
si el tempo es mas largo cada vez 

Discrepo con aquellos que creen 
que hay una sola eternidad 
Descrean de toda soledad 
Se engaña quien cree la verdad 

Acá no hay tango 
no hay tongo ni engaño 
Aquí no hay daño 
que dure cien años 
Por fin buen tiempo 
Aunque no hay un mango 
Estoy llorando 
tou me acostumbrando 

Se pasa el año se pasa volando 
Ya no hay mas nadie que pueda alcanzarnos 
Y yo mirando sentado en el campo 
Como se pasa el año volando 

No pasa el tiempo no pasan los años 
Inventa cosas con cosas de antaño 
A nadie espera la casa de al lado 
Se va acordando, se acuerda soñando Se va acordando 

Por eso te pido una vez mas 
tomátelo con tranquilidad 
Puede ser ayer, nunca o después 
Pero tu amor dame alguna vez.

jueves, 27 de diciembre de 2012

QUIASMO

Paciente crónica
de gripes mentales,
eterna somática
de impaciencias físicas.

martes, 25 de diciembre de 2012

Mi cumple:

27
terrazas
de música feliz.

sábado, 22 de diciembre de 2012

Cumplir

Me acerco
más a
algo.

domingo, 16 de diciembre de 2012

Mi abuelo.

De año nuevo en la ocasión
reciba Ud. esta felicitación.
Soy su humilde servidor
que diariamente y con amor
le trae a Ud. la cebolla
y otras cosas para la olla.
No soy, sin embargo, verdulero
ni panadero ni camionero
y, pese a no ser vendedor
soy su seguro proveedor.
Soy, como habrá Ud. comprendido,
quien se dedica a sudar
para que usted pueda gastar.
Soy, señora...su marido.

(Salió sin tachaduras).

Carta de mi abuelo Dodo a mi abuela Celia. ♥

sábado, 15 de diciembre de 2012

Los ojos:
las palabras
que no salen de los labios.

jueves, 13 de diciembre de 2012

Mis pensamientos se estampan
como ventana en día de lluvia,
salpicados por el viento.
La época de banderines cuelga
en todas las ventanas del barrio.
Empieza una cuenta regresiva
de noches que no dejan de terminar.
.
Los días ya nunca empiezan.
.
Un remolino de desesperanza,
una fachada de desmesurados colores.
Apaguen la emoción:
ya no se fabrican chimeneas.
Salto la rayuela de mi living,
hay más objetos que de costumbre,
fabricándose mutuamente.
.
Soy testigo de todos los inventos
pero no se me ocurre ninguno propio.
.
Siempre quise tener una idea.
apoyar la oreja sobre el caracol;
sentirse mar.

Te desarmo en notas musicales,
hago un Dalí original con mis bigotes,
esculpo una figura ensombrecida;
no me mires así, no ves que todos
venimos del agua.
No hay luz pero percibo todo
soplando con mi aliento alrededor.
Te toco una coplita a capela:
la canción no tiene voz ni guitarra.
Escribo mamarrachos
-no soy buena usando la izquierda-
y comienzo de atrás para adelante.
Hay versos que todavía no me salen
pero igual confío en ellos.
Cuando el dolor cede
aparecen los colores.

martes, 11 de diciembre de 2012

Despertar es promesa.

(Salvo los días en que uno tiene dentista)

lunes, 10 de diciembre de 2012

El juego más peligroso
estoy inventando las reglas
las reglas más peligrosas
tener que completar la vida
la vida más peligrosa
es la de los juegos sin instrucciones.
No me importaba si eras alto o bajo
si tenías los ojos de un color o de ninguno
podías vestirte desnudo si querías
podías comer caramelos solamente,
había una sola cosa que no valía:
.
Visto mi cuerpo, lo envuelvo
con una cortina de viento frío.
Abro los cajones sin buscar nada
en particular dedico esto a todos
no reniego, pero la luz es mucha
y no todos los ojos pueden verla.
Moverme me parece poco
si los pies no hacen algún ruido,
ruido a sombra, a fantasmas celestes
si no hay agua cerca para secarme.
No me traigas cerca nada más
que tengo problemas para ver con claridad
y es una lástima perderse la belleza.
.
El espejo me muestra mi cara
pero tengo cuidado, es distinto
cuando las flores acompañan
el cuarto menguante: el cambio sabio
de volverse más tímido.
Voy cerrando las ventanas
el viento es mucho y
no todos pueden sentirlo.

jueves, 6 de diciembre de 2012


La plaza busca a los niños
y las hamacas avanzan lejanas.
Parecen moverse de la mano
de los huracanes nocturnos.
Mamá empuja alto
y yo sigo subiendo
hasta pasadas las siete.
Un milagro cotidiano
como esperar su mirada
para empezar a llorar.
Existir o no es relativo,
siempre es bueno que nos miren vivir.

Noviembre, luego existo.
Soy energía de cable de teléfono;
fluyo sin entender cómo.
Mi jardín está borracho:
salen hojas de papel de los árboles grises
y de esas hojas, blancas ovejas como algodones.
No hay mucho para recordar,
una primavera como todas
quizás un poco más de aire
que no está ni dentro ni fuera
de mi boca que olvida
todo decir.
Un velador amarillo
deja la habitación sin luz
brillando oscura.
No me interesa seguir creciendo
sin desenterrar mis piernas.
Fin de año es promesa para muchos.

A veces pasan las cosas.
Estaciona la calma silente
sobre el mantel de flores.
Pasen, por favor: 
hoy podemos
soplar lejos lo que nos separa,
contar hasta diez y
volver a contar;
que el tiempo sea eso.
Algunas canciones se me acercan
en determinadas fechas del año.
Mientras, veo el polvo sobre los libros:
todo lo nuevo es limpio
Podría hablarte pero prefiero silbar;
me quiero mantener pulcra.