viernes, 13 de abril de 2012

PROYECTO HERMANAS


Soy hermana mayor. Me tocaron los rulos, la nariz prominente y la libertad de no tener referencias cercanas de otras hijas. Fui libre porque mis papás me inspiraron a reírme cuando quisiera y a llorar cuando quisiera y yo elegí llorar y patalear hasta los cuatro años. El día que llegó mi hermana al mundo dejé de dormir entre ellos y me pasé sola a mi cuarto. Dejé de comer exclusivamente en la plaza, cuando la hamaca se juntaba con la cucharita de yogurt y empecé a comer en la mesa, como una persona semi-normal. También dejé, como por hechizo de la naturaleza, de sentirme sola. Eso fue el 7 de abril de 1990, yo ya tenía 4. Aunque me de un poco de vergüenza el tema, me siento orgullosa de por vida por haber cedido espontáneamente ese puesto. Entendí, casi heroicamente, que ahora le tocaba a ella llorar y todo eso. Hasta ahí todo muy lindo. El problema surgió cuando comprobé que Camila no era Julieta más pequeña. Camila era Camila: una bebé desproporcionadamente redonda de denso pelo negro y lacio y ojos de huevo pasado por agua. Era, básicamente, un pollo. Parecía adorable, pero cuando no la estaban mirando los demás, me mordía la espalda. Siempre tuvo más fuerza que yo, eso es innegable. Y yo siempre la quise, salvo el día que le grité enfrente de todos "me das asco" y salí corriendo, cual telenovela mexicana de las tres de la tarde. Estaba muy enojada, creo que no me quería cambiar un sticker de felpa.
Siempre pensé que las hermanas mayores éramos copias imperfectas de las menores, por más paradójico que suene. Que a ellas les tocaron las delicadezas, los ojos afilados, el humor exigente y el camino despejado. Y que no por eso tienen la vida comprada, ni mucho menos. 
"Proyecto hermanas" es eso. Es ver que yo tenía un poco de razón.






2 comentarios:

C. dijo...

Me encantó el proyecto hermanas!!!!!!

Unknown dijo...

que interesante tu propuesta!! la manera de presentar los relatos y de contar experiencias con tan bellos perfiles de hermanas!!! te felicito. Julieta Ojam