Hoy debo poner mi mano cerca del corazón y saludar con emoción y alegría a la que supo, por más de dos años, ser mi consejera espiritual. Este saludo es para Gloria, mi psicocóloga, mi locóloga, mi oreja freudiana, mi calma y mi escucha. Hoy terminamos físicamente nuestro espacio de minuciosa cháchara, pero todas nuestras palabras y nuestros silencios siguen dando vueltas en mi cabeza. Gloriosa, Gloria, un hasta luego amoroso de una paciente bien neurótica.
2 comentarios:
Ey, 12° "2" también soy yo.
A mi casa no dejes de venir.
Camu, no sabés. Te voy a decir algo muy loco, que no hubiese percibido de no ser por tu comentario!
El timbre de mi psico es, y siempre fue, 22 "A", o sea que mandé cualquiera!
¿Habré estado pensando en vos?
No sé la respuesta, debería charlarlo en terapia... ¡¡¡qué quilombo!!!
=)
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