sábado, 31 de octubre de 2009

Decí que le caigo bien.

Hoy me pasó algo que fue absolutamente Juli.
Fui a la intervención de una amiga,
"casa tomada", un proyecto que mezcla el área de publicidad con otras disciplinas: literatura, pintura, moda, cine, etc.
Adentro, me encuentro con un conocido, y empezamos a recorrer los distintos espacios juntos.
Hay salas verdes, rojas, proyectores en el techo, sillas, gente, laberintos, camas, graffitis, y un cuarto especial.Era el más chiquito, paredes blancas, repletas de un líquido que simulaba ser sangre. Del inodoro, salían dos piernas de maniquí cortadas, y del extremo exterior, sangre. En la bañadera, una espuma peligrosa que flotaba entre otras dos piernas cortadas de maniquí y un secador de pelo. En la pileta, fideos moñitos de los que salían dos brazos también cortados, y sangre.
Manos de sangre en la pared,
manchas de sangre en el techo,
piernas de sangre en el inodoro,
y unas luces intermitentes tenebrosas.
Viendo ese panorama terrorífico, le digo a R.: Guau, esto es terrible, pero qué cabeza morbosa y enferma debe tener la persona que lo hizo.
R. se rió y me dijo: pensé que sabías que lo había hecho yo.
Después me dijo que varias personas le preguntaron si hacía terapia.

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