La expresión es poco feliz, y la realidad más triste aún.
En los campings, hay un suceso cotidiano, pero socialmente secreto.
A eso de las siete de la mañana
empieza la cumbia sonando
desde algún auto o camioneta.
Cuanto más fuerte, mejor.
Cuanto más fernet, mejor.
Cuantos más pibes, más colchones,
más choris en la parrilla, y menos alcohol para hacer el asado, mejor.
Y una vez que la música empieza
la competencia está en el aire.
Los parlantes vecinos también quieren ser escuchados
y uno termina sonando a rock,cumbia,reggeton,heavymetal,
todojuntoysinpausa.
En los campings la cosa gira en torno
a ver quién es el más grande,
y por lo general aquel tiene tatuaje.