Mujer de ruidos, chic, pum, toin, plap.
Ruluda melena, ella come más de lo que uno piensa.
Anda en bici, no se achica.
Cuando le hacés una pregunta dice
sí, no, blanco y negro.
Y la respuesta final es gris, no sé, tal vez.
(vuelta tras vuelta, nunca se sabe).
Ricos mates salen de sus artesanales manos,
pulseras y tobilleras me enseñó a armar.
Nos dijeron mellizas, hermanas, gemelas,
será que cada día nos parecemos más.
Ella es más top, bastante más.
Anteojos de mosca rebalsan su carita,
y sociológicamente analiza, da risa.
Le gusta la voz de Sabina, por sobre todas,
pero variedad de voces rellenan su Ipod.
("llevo el fútbol en la sangre,
la hinchada grita vamos Kun Aguero").
Ir con ella a Cúspide es peligroso,
no sea cosa que te meta en su círculo vicioso.
Palermitana de aquellas,
sus días se pasan entre siesta y pileta.
Luli es pan de salvado,
crema humectante,
barrita de miel y almendras,
es Palermo y Barracas,
es santa teresita y santa teresa.