Haciendo estadísticas
cada vez que llueve yo creo que
quiero comer mucho más que otros días
leer más a Barthes y a Cortázar
tener permanentemente chocolate o sabor a chocolate en la boca
ordenar compulsivamente papeles
ver fotos (de las nostálgicas ) y emocionarme
mirarme al espejo y hablarle
tirar el desodorante hacia arriba, cual tic nervioso
observar por ventanas. pensar en ventanas. moverme a través de ventanas.
buscar agendas para reírme de cosas viejas (pero esto queda siempre en deseo, me da fiaca al final)
ver películas clásicas. Pero todas.
dormir esas siestas profundas llenas de sueños
tratar de aprovechar cada ángulo de mi cama, y cada almohada.
agarrar la guitarra y practicar alguna canción irreconocible de drexler
vivir con drexler
A mi no me gusta mucho la lluvia. Se me pone feo el pelo, me molesta el aguita en la cara, nunca llevo paragüas, siento que lo que sería correcto hacer es lo que no quiero, y lo que puedo hacer me aburre porque me conforma.
La lluvia me hace pensar que existe gente muy distinta a mi. A la que le divierten los charcos, el invierno, los guantes, gente de pelo impecablemente lacio, que no se inmuta por la lluvia, ni se conmueve con algunas sensaciones.
Buenos Aires es linda de todas formas. La lluvia es pintoresca en Recoleta, pero en villa crespo llueve diferente.
1 comentario:
La lluvia, para mí, es bastante molesta, pero no se puede negar que ensalza el paisaje urbano de una manera única y crea un ambiente que siempre, siempre es pintoresco. No por nada en la París de Rayuela llueve todo el tiempo, no?
Muy lindo tu blog Julis! Ahora pasate por el mío:
http://elplacerestuyo.blogspot.com
Saludos a todos!
Martin
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