viernes, 16 de julio de 2010

El frío hace mal

Voy a escribir un artículo titulado "el frío hace mal". Comienzo de la siguiente manera mi argumentación: en primer lugar, nadie puede andar con estas temperaturas en bicicleta, por lo tanto, somos todos menos sanos y pasamos del aire fresco y un promedio cero en contaminación a la infame experiencia del subte mañanero y el colectivo en hora pico. En segundo lugar, hablemos del tema manos congeladas y pies sin sensibilidad: eso a nadie puede beneficiar. ¿Sus consecuencias? gripe, anginas, agua-moco e incomodidad cotidiana. En tercer lugar, las empresas de celulares también tendrán su lugar en este relato: los guantes van en contra de la tecnología digital telefónica; nadie puede atender normalmente con las manos cubiertas. Se responde menos el teléfono, se deja de contestar el mensaje de texto, lo que puede ocasionar enojos y/o perturbaciones en las relaciones sociales personales. Vayamos al cuarto punto: no tener novio. Llegamos al punto nodal de la sensibilidad inviernística, ya que muchos se preguntan: ¿cómo hago para transitar este invierno sin un compañero que disminuya las angustias de Agosto? La época deviene potenciales suicidios en los casos más extremos, o en tonos menos elevados, profundas depresiones y planteos existenciales, cuales ¿POR QUÉ, DIOS, POR QUÉ? En fin, me parece he expresado mi punto de vista, espero compartan y si no comparten, pasen la receta, porque yo en invierno soy menos feliz.

1 comentario:

Luli dijo...

Hay algo en el invierno, ju. Es saber que la naturaleza se expresa a su modo, tiene sus ritmos, y no te queda otra que esperarla. Y mientras esperás, tenés que quedarte en tu casa, en pijama y en la cama. Entendés? Te obliga a quedarte estudiando, leyendo, viendo pelis, comiendo chocolate. Podés comer mucho más también, si total hay tanta ropa... El chocolate, y sé que estás de acuerdo conmigo, es casi lo mejor del invierno, junto con los momentos en que llegás de la calle al calor del hogar, el tuyo o algún otro, y las noches con alguien que te cae bárbaro (que sin novio valen más, porque son más escasas).
Igual te banco, julio todavía me gusta, pero agosto se suele hacer eterno, sobre todo cuando llega santa rosa... Ah! Y esos guisos y pastas caseras con vinito. Y las empanadas. Y los guantes, las bufandas y los sweaters gordos. Las medias de lana, polainas y tapadotes. Tiene su onda el invierno, en mi humilde opinión.
:)