domingo, 13 de septiembre de 2009

A ver si me explico

Me gusta cuando en las películas
(sólo pasa en las buenas,
o en las malas también pero de manera muy trucha),
en algún momento (probablemente antes de una muerte,
o en una escena muy romántica),
uno de los protagonistas dice un secreto al otro,
y sólo se llegan a ver las caras, la oreja, les gestos de emoción, de afirmación, de entenderse por completo.
Los ojos están cerrados y la cabeza dice que sí con un movimiento sutil.
Y después de todo el argumento, cuando finalmente se resuelve la trama, vuelven a pasar la imagen del secreto, pero por fin se escucha lo dicho y ahí está todo;
descriframos el misterio y también comprendemos los gestos de complicidad y entendimiento eterno,
y nos ponemos en la piel del personaje, y cerramos nuestros propios ojos y hacemos movimiento de cabeza como afirmando, reafirmando el sí de ellos.

Emociona porque es esa cosa única
que sólo se puede decir en secreto.

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