miércoles, 23 de septiembre de 2009

Garuando

El día de la primavera le robó
al clima veinticuatro horas de sol
a cambio de un día entero de, literalmente,
que te garúe finito.
Nota al pie: hasta hace unos meses,
yo creía que la expresión "que te garúe finito"
era positiva: ojalá no te llueva mucho, digamos,
que sea controlable con paraguas y botas,
nada del otro mundo.
Gracias a Dios, alguien me lo aclaró.
(y también doy gracias de no haberla usado nunca
en la práctica)

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