domingo, 28 de diciembre de 2008

Hay tiempo

Pasaba una viejita
con su changuito
del almacén con
cortinas de cintas coloridas;
ellos dos se miraban a las manos
tomados de unos ojos profundos
y era diciembre,
pero podría haber sido cualquier mes.

sábado, 27 de diciembre de 2008

Príncipe

¡Qué se prendan los ojos en tus estrellas!
le dijo tomándola de la mano.

martes, 23 de diciembre de 2008

Un saludo a mamá y a papá y a todos los que me conocen

Llegan, siempre llegan, momentos de reflexión y despedida.
Y si hay despedida hay fiesta y también hay duelo. Así como nunca hay sábado sin domingo.
Hay multiplicidad en la unidad del decir adiós y bienvenida
al mismo tiempo. Hay equilibrio y armonía como en la tragedia griega.
Hay más velitas sobre la torta y más vida sobre mi vida.
Entonces, sí, cumplo veintitrés años.
Cumplo y bueno, listo, ya soy grande. Dejo a los dos patitos detrás,
esperando que el año sea tan lindo como nunca.
Yo nunca hice balances, nunca me interesaron, pero podría
sacar estadísticas de algunos episodios que
empaparon mis veintidós años.
Me amigué con la tecnología, pero me di cuenta de que no me gusta.
Me hice muy compinche del licuado de banana y frutilla
y de la cerveza negra .
Mi mejor compañera fue la bici, que recorrió conmigo
cada recoveco de la capital federal y de sus alrededores también.
Pero también tuve otras companías,
caminé al lado de algunas personas
de esas que te llenan el corazón,
PERO BOCHA EH.
Y ellos un poco lo saben, estoy muy contenta
de que me acompañen en veintidós, veintritrés y ojalá hasta infinito
punto rojo y más allá.
Nunca me sentí tan bien con mi cuerpo,
con mi afro y mis abdominales altos carrasposos.
(además se me fue un poco la panza, que la quiero
pero este año bajó un poquito, je).
Lloré la extensión del Río de la Plata,
o de la avenida Nueve de Julio
y algunas bolsitas ya se me quedan en los ojos
como marcas de que la vida va pasando y no es sólo aire.
Tomé 1 litro de mate por día en el trabajo,
entonces hagan ustedes la cuenta. Tengo más verde
el sistema digestivo, y la cabeza también.
Viajé poco, pero significativo.
Brasil fue mi hermana y mis abuelos,
y eso fue feliz en cama grande y mar azul.
Entonces, yo julieta,
empiezo a ser más grande dentro de un rato
y tengo un poco de miedo, pero nah.
Mi abue me dijo hoy que todavía
no tengo de qué preocuparme. Entonces me tranquilicé
pero pensé: qué feo cuando llegue el momento
en que te digan...y si, piba, preocupate.
Y nuevamente me tranquilicé
porque nadie nunca te dice eso,
la gente miente. Ja, me encanta,
esto de crecer, qué jodido.

Pileta africana!!

jueves, 18 de diciembre de 2008

ella y él

Enciende una vela aromática cerca de su nariz y despacio
la apoya en la pierna de él. No cae cera ni tampoco desprende olor.
Tiene consistencia agradable, como de gelatina porosa y suave.
La sopla con aliento húmedo y no la apaga. Él la ayuda y la sopla también.
Se desvanece la velita aromática que no desprende olor ni cera.
Se desvanece cerca de la mesita de luz color beige.
Por la ventana pasan las horas y la lluvia, ambas lentas y románticas.
Los dos recorren con la mirada los ojos del otro. Hay conexión entre ceja y ceja.
Se besan los dientes con frescura colgate.
Se besan la lengua mil veces y derrochan saliva.
El cuarto sería así: la mesita de luz beige
y la velita deshecha sin olor ni cera, casi invisible ya
prácticamente inexistente
y el resto de las cosas (incluidos ellos tres).
El tercero es el canario marrón con alas blancas
que revuelve sus alas dentro de la jaulita beige.
Ella es una chica de los noventa, con el pelo como así y los posters como asá.
Él es motoquero, podría ser camionero, pero tiene una moto.
Andan los dos en rollers por palermo cada martes
y un domingo por medio comen en la Farola de Núñez,
ñoquis bolognesa.
Y en su mesa una velita aromática.

martes, 16 de diciembre de 2008

casi iguales

Amor
ambidiestro
ambicioso
ambulante
a.m
ambiguo
am (bocadito)

Sueño con serpientes

Barcito de almagro. Lunes 17 hs.
Sobre la mesa: licuado de banana con leche y Edipo Rey.
Saco el libro, el cuadernito, abro grande los ojos,
empiezo a marcar, anotar, escribir, hasta pensar.
Pasa un rato.

Mis ojos no entienden demasiado,
sí entienden que estaban cerrados.
Mi pecho agitado duele un poco,
el marco de la mesa daba justo en el hueso.
Los brazos extendidos sobre la mesa,
desprolijos, sobre edipo, y lapiceras de colores.

El mozo- señorita,
se quedó dormida.
¿Tiene sueño?
yo- Ay, disculpame. Se ve que sí, tengo sueño.
mozo- yo la dejé dormir un ratito,
pero acá vino el patrón y me dijo que la despierte.
yo- disculpame en serio, eh ¿Hace mucho me dormí?
mozo: señorita, no se preocupe.
Hace media horita se durmió,
no hay ningún problema.
Siga estudiando.

Imaginaciones (I)

Mujer rayada,
ve manchas y las salta, las esquiva.
Juega con la burbuja saltarina,
salta salta salta salta,
pela papas y mira caracoles derretirse.
Le gusta el olor a esmalde plateado,
la ventana del cigarrillo
abajo es-escondite secreto en el zorzal.
¿pero entendés mujer que no hay pan?
Botón pelilargo, tocá el doce porfavor.
-Gracias, dulzura. Vos también sos linda.
Y cuando tus pestañas al sol,
guau, peroniteloimaginás
tapás la luna y venus se excita.
Enrrollate desde adentro que
es más divertido (para mí, entendeme
un canario solía vivir acá).
Que no entres por la cerradura,
ya te lo dije mil veces y cuando
te lo dije ayer por última vez,
salía el canario del botón plateado
entre el zorzal doce, dulzura linda
y tu pelo eléctrico azul.

D'JOLE

TIRIBA

KUKU

miércoles, 10 de diciembre de 2008

Enero del 2007



Cuando uno se siente con otro
como en esta foto
(además de monstruo de dos cabezas)
muy cerca, como un marrón rosadito.

Enrique y Beatriz

Ellos son mis abuelos y ellos
aunque en apariencia sean dos,
estoy convencida de que son sólo uno.
No porque sean parecidos,
(por suerte no lo son),
sino que siendo diferentes son
el uno para el otro.
Lo de ellos es un amor monumental:
se dieron picos en todas las ciudades brasileras
y en todas las esquinas de Palermo.
Tuvieron árboles frutales, tortugas,
casa quinta, ambulancias y hasta hijos.
Tuvieron Mar del Plata, canto-bar,
desayuno continental y todos los teatros porteños.
En ellos se cumple el dicho popular:
“los que se pelean se aman”.
Porque se pelean tanto como se aman.
(Mucho).
Él le canta : "tengo una novia de buena familia"
(le gusta Fito Páez; un moderno total) y así la vida.

Mis abuelos son tintura, son cuadro luminoso, son radio Jai.
Los quiero a mis abuelos.

Tiempos Violentos

Yo me di cuenta de que
tardo un año en empezar
las cosas como me gusta
que estén y que queden.

Las cosas se van fijando
con el correr de los años.
Otras se van borrando
también corriendo despacio.

Hay gente mucho,
mucho más rápida que yo.
En mi caso, tardo un año
en empezar
a mirar y a conocer,
pero a mirar con ojos
pícaros, curiosos de verdad.

Empiezo a reconocer
a los tres años,
y ahí viene lo mejor
de las cosas.
Cuando los ojos se relajan
y se ensancha el corazón
(de amor).

Me gusta el tempo.
El concepto, en general.
El lento, me gusta un ratito
y el fugaz, me mata.

lunes, 8 de diciembre de 2008

Precalentamiento

Río
Asfalto y mar son como uno, sin ser desagradable.
Hay edificios, restaurantes, rollers, patinetas,
gente del hip hop y maletines negros desparramados.
Hay infinidad de palmeras que empapan
los boulevares que empapan los puestitos de licuado.
Hay cocos. Muchos cocos. Tantos cocos.
Los cocos salen dos reales y se toman directo
del coco.
El agua de coco es como agua
sólo que es más divertida de tomar.
Por todo esto, uno se siente en Río de Janeiro.
Pero uno también se siente en Miami,
por las palmeras y las callecitas de tinte elegante sport.
Los colectivos van por la avenida costera,
así como las bicicletas y los que las manejamos
(esa!).
Andar en bici allá es hermoso y aburrido.
Hay senda de bicis, y no hay calles aptas,
entonces es andar o morir o andar
por la bicisenda ¿Se entiende no?
Los brasileros juegan todo el día
al beachvolley.
Creo tener la certeza de que allá el porcentaje
de contracturas
es desaforadamente menor.
Las sonrisas abundan
más en Copacabana, menos en otras partes.
Las favelas se llenan de luces navideñas.
Navidad en Brasil es una época
importante, muy importante.
No te dejan irte de ningún lugar sin desearte
(feliz navidad).
Las favelas dan ganas de vivirlas.
Yo las observaba desde el Sheraton.
Una tarde escuchamos disparos y gritos,
y a la noche vimos las lucecitas navideñas otra vez,
en Río todo empieza otra vez.

Despegar.

Como cuando el mar pasa de estar bravo a manso
y el sol baja lento, finito, limpio y perfecto;
así corría ella hacia una cosa linda.