miércoles, 10 de septiembre de 2008

Allá lejos y hace tiempo

Uno puede ir a la costanera de dos maneras.
Siendo pobre o siendo rico.
Yo estoy segura de que
es más rico ser pobre.
Porque los choripanes
sentaditos en el ya-no-río
(se secó, pero alguna-vez-fue)
no se comparan
con ningún salmón al caviar
ni ningún faena hotel.
Yo propongo
el 23 de noviembre (o no)
ir con carpas, linternas, y mucho hambre
a degustar la argentinidad
metida entre dos panes.

No hay comentarios: