Era la época que inventaba señales,
el mundo coincidía con vos,
las hojas de los árboles volaban conmigo.
Fue un tiempo que duró desde siempre
un ovillo de nunca acabar
un mandala de incontables vericuetos.
Para entonces no sabía
lo que hoy tampoco entiendo.
Pero te puedo asegurar:
cada día sumó cinco días
a la existencia de mi vida.
viernes, 26 de octubre de 2012
miércoles, 24 de octubre de 2012
La verdad, ni idea
no me sale ninguna asociación.
La voz no alcanza a decirse.
Una sopa de letras:
fideos de colores
rojos verdes y blancos
que no significan lo que parecen
-zanahoria, espinaca, papa-.
El prospecto dice que
nada tiene que ver con nada.
Como pero confundida.
Hoy amanecí tartamuda
ayer me dormí testaruda
cuántas palabras similares
y cuántas son las que no entiendo.
Dejé el agua hirviendo
encima del horno prendido
y puse al máximo la estufa
para traer más cerca el verano.
Salí en malla a sacar la basura.
Cuando desapareció la palabra
yo estaba en el comedor.
Perdí todos los sentidos
de un golpe de suerte
después sólo me acuerdo
que apagué las hornallas y salí de casa.
Los tartamudos y los rengos
siempre estuvieron unidos
en mi franja de pensamiento.
no me sale ninguna asociación.
La voz no alcanza a decirse.
Una sopa de letras:
fideos de colores
rojos verdes y blancos
que no significan lo que parecen
-zanahoria, espinaca, papa-.
El prospecto dice que
nada tiene que ver con nada.
Como pero confundida.
Hoy amanecí tartamuda
ayer me dormí testaruda
cuántas palabras similares
y cuántas son las que no entiendo.
Dejé el agua hirviendo
encima del horno prendido
y puse al máximo la estufa
para traer más cerca el verano.
Salí en malla a sacar la basura.
Cuando desapareció la palabra
yo estaba en el comedor.
Perdí todos los sentidos
de un golpe de suerte
después sólo me acuerdo
que apagué las hornallas y salí de casa.
Los tartamudos y los rengos
siempre estuvieron unidos
en mi franja de pensamiento.
martes, 23 de octubre de 2012
Gedicht
Sobre los platos
voladores (1)
Sobre los platos
voladores,
la casa es de los hombres
que de noche gritan.
Ellos fueron heridos con
espadas,
murieron espadas sobre
todos ellos.
Una bandera sobrevuela Honig Kleben
mueren hombres cada tarde
y aunque envían nuevas
palabras
en los suburbios vence la
verdad.
El hombre no provoca
muerte de banderas
pero ellos luchan de
manera voraz:
un hombre usa el nicho
como cama
sin pensar en aquel que
lo usa como verso.
Acerca de los platos
voladores (2)
Hablar de platos
voladores
se parece a lo que los
hombres gustan:
cuando se pasa del hielo
al fuego
el fuego quema todo lo
demás.
Las banderas vuelan
bastante alto
mientras los hombres
queman el desierto
y hasta que no dicen
todas las palabras
en sílabas dividen la verdad.
El invierno no tuvo
efectos sobre el fuego
más los hombres con todo
arrasaron
y no sólo volvieron los
pichones al nido
sino todos aquellos
habitantes de Venus.
El embudo (1)
Lejos de la trinchera
flamea dulce la muerte blanca
Dulces libres rufianes vengarán batalla
Fuertes vientos muerden
Ahora y siempre
Waldweg.
p.d.
oh.
El embudo (2)
A través del embudo resbalaba
durante la navidad.
Durante días rasposos vegetó estático
Planchado dormido alunado
Antes y ahora
En el aire
Flota
algo
sí.
Chucrut
En la gelatina de
garbanzos
se derriten los frutos
secos
y los dedos rotos
aplastan
el gran gusano de oro.
El problema
El lobo-elefante anunció
su problema
Y dijo: cada uno en su
lugar.
Alas en hileras cruzaron Drei Vier
Exclamando serenas- ¡conseguimos
vencer la mirada!
Y un día así, el jefe de los elefantes enanos
se sentó en su trono mirando hacia la sabiduría.
*Ejercicio: interpretar poesías en alemán, sin traducir ninguna palabra.
lunes, 22 de octubre de 2012
Un astronauta
baja hasta mi cuarto
todas las noches.
Se saca el traje
y acomoda el casco
en mi mesa de luz.
Juntos en la oscuridad,
rebotamos pelotas,
nos decimos secretos.
Él se queda en mi cama,
yo subo a algún planeta.
Así dormimos todas las noches
soñando con otras tierras.
Por la mañana, la alarma
y sin hacer ruido cierra la puerta.
Ayer se olvidó el casco,
hoy lo voy a esperar despierta.
Le propongo un punto medio
dentro del espacio todo,
para yo devolverle el viaje
y que él me devuelva el sueño.
baja hasta mi cuarto
todas las noches.
Se saca el traje
y acomoda el casco
en mi mesa de luz.
Juntos en la oscuridad,
rebotamos pelotas,
nos decimos secretos.
Él se queda en mi cama,
yo subo a algún planeta.
Así dormimos todas las noches
soñando con otras tierras.
Por la mañana, la alarma
y sin hacer ruido cierra la puerta.
Ayer se olvidó el casco,
hoy lo voy a esperar despierta.
Le propongo un punto medio
dentro del espacio todo,
para yo devolverle el viaje
y que él me devuelva el sueño.
miércoles, 17 de octubre de 2012
Nos quedamos del otro lado,
humedad de cerca
primavera en boga.
Se nos pegó a la cara
todo el fresco del palier.
Imploramos el afuera
recordando cómo huele el aire.
Nos preguntamos cosas.
Nos reímos de la prisión
y añoramos a los vecinos.
Una vez afuera
se nos voló lo que supimos,
lo que creíamos saber.
En la imposibilidad
encontramos calma,
y cuando la vida volvió a ser tanta
odiamos a los vecinos
escupimos la primavera
llegamos tarde a ver Batman.
humedad de cerca
primavera en boga.
Se nos pegó a la cara
todo el fresco del palier.
Imploramos el afuera
recordando cómo huele el aire.
Nos preguntamos cosas.
Nos reímos de la prisión
y añoramos a los vecinos.
Una vez afuera
se nos voló lo que supimos,
lo que creíamos saber.
En la imposibilidad
encontramos calma,
y cuando la vida volvió a ser tanta
odiamos a los vecinos
escupimos la primavera
llegamos tarde a ver Batman.
miércoles, 3 de octubre de 2012
Nunca fui buena en plástica
Me lo enseñaron en la primaria
y pensé que lo había entendido.
Parece que es verdad que la goma no borra
los mamarrachos que se hacen en lapicera.
y pensé que lo había entendido.
Parece que es verdad que la goma no borra
los mamarrachos que se hacen en lapicera.
Una fuga
El tiempo
y el viento
se parecen:
los dos pasan.
Pero uno de los dos siempre se queda;
y qué raro es
cuando hay tormenta,
aunque ambos soplen
todos callados nos detenemos.
martes, 2 de octubre de 2012
Todas las que soy.
Una niña de ocho años
va conmigo a la verdulería
y me acompaña a dar clases de lengua
mientras me habla de su casa de Barbie.
Una chica de doce,
mientras se acomoda su corpiño deportivo,
me suelta la mano rebelde
y me deja en la puerta de la facultad.
Una adolescente tímida
me dice que los dolores de espalda
crecen junto a los malos pensamientos.
No te preocupes, después se van- me susurra.
Una mujer de abultado cabello me recomienda viajar.
Yo le digo que acuerdo,
pero que tengo otros horizontes.
Ella dobla por Corrientes, yo sigo por Mario Bravo.
Hoy a la noche no hay nadie.
Mientras escribo un verso espero
que se invente una nueva yo,
que me agarre de la mano y me lleve.
va conmigo a la verdulería
y me acompaña a dar clases de lengua
mientras me habla de su casa de Barbie.
Una chica de doce,
mientras se acomoda su corpiño deportivo,
me suelta la mano rebelde
y me deja en la puerta de la facultad.
Una adolescente tímida
me dice que los dolores de espalda
crecen junto a los malos pensamientos.
No te preocupes, después se van- me susurra.
Una mujer de abultado cabello me recomienda viajar.
Yo le digo que acuerdo,
pero que tengo otros horizontes.
Ella dobla por Corrientes, yo sigo por Mario Bravo.
Hoy a la noche no hay nadie.
Mientras escribo un verso espero
que se invente una nueva yo,
que me agarre de la mano y me lleve.
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