martes, 25 de agosto de 2009

Evocando a Silvio Rodriguez.

Al final de este viaje solo empieza un camino,
otro buen camino...
Volver para empezar otra cosa, sí.
Pero volver siempre tiene su dulzura y su amargura, que son tan particulares como ellas solas.
El check in de la vuelta es menos gustoso que el de la ida, quién lo puede negar.
Es otro sabor, volver tiene su propia cadencia, su ritmo.
Yo hace dos días que doy brinco y brinco en la cama entre sueños, duermo sin profundidad, pero sueño locamente. Pasaron caras amigas e incluso pasaron caras que no conozco, pero supongo.
Estoy pensando en tantas cosas que siento que mi cabeza podría salir disparada en cualquier dirección, pero el corazón se acelera entre aviones y compromisos estudiantiles que me gustan y me dan ansiedad.
Volver.
Tranqui.
Respirar.
Tranqui.

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