jueves, 31 de enero de 2013

París I

Un ombligo vertical,
un ciempiés que se acerca puntiagudo.
Me aquieto, todo alrededor
parece moverse conmigo.
Nos vemos, nos reconocemos
y la bruma hace de las suyas.
Aunque quiera, París no puede esconderse.
Nos perdemos pero las campanas
suenan y me gusta cuando no demandan nada
sólo escucharlas.

No hay comentarios: