Cuando vamos a un "tenedor libre",
siempre pensamos que podríamos estar eligiendo
cualquier otra cosa distinta a la que estamos eligiendo comer,
porque hay mucho, porque hay tanto,
pero en verdad, siempre pedimos lo mismo, porque es lo que nos gusta,
y esa potencialidad de la diferencia queda obsoleta en el acto mismo
de la existencia de la pluri variedad que se nos muestra.
En resumidas cuentas,
aquellos restaurantes se llenan de plata a costa de
nuestras humanas ilusiones de ser otros.
No hay comentarios:
Publicar un comentario