viernes, 27 de septiembre de 2013

Un astronauta y una bruja



Baja hasta mi cuarto
todas las noches.
Se saca el traje
y acomoda el casco
en mi mesa de luz.

Juntos en la oscuridad,
rebotamos pelotas,
nos decimos secretos.
Él se queda en mi cama,
yo subo a algún planeta.

Dormimos soñando
con otras tierras.

Por la mañana, la alarma
y sin hacer ruido cierra la puerta.
 Ayer se olvidó el casco,
hoy lo voy a esperar despierta.

Le propondré un punto medio,
para yo devolverle el viaje
y que él me devuelva el sueño.

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