Baja hasta mi cuarto
todas las noches.
Se saca el traje
y acomoda el casco
en mi mesa de luz.
Juntos en la oscuridad,
rebotamos pelotas,
nos decimos secretos.
Él se queda en mi cama,
yo subo a algún planeta.
Dormimos soñando
con otras tierras.
Por la mañana, la alarma
y sin hacer ruido cierra la puerta.
Ayer se olvidó el casco,
hoy lo voy a esperar despierta.
Le propondré un punto medio,
para yo devolverle el viaje
y que él me devuelva el sueño.
No hay comentarios:
Publicar un comentario