Siempre hay cosas detrás nuestro.
No estamos realmente solos.
Una sonrisa triste, a veces pasa,
como una mirada ausente, una palabra que calla
y llega muda a la garganta.
Hay tardes donde se seca la boca.
Estar frente al mar
es quedarse callado y contento.
Los universos se miran sin los ojos,
el sol por ejemplo,
se puede ver mejor con la piel.
Tocar el calor naranja,
sentir el color dulce de su ser.
Mundo invisible.
Palabras esdrújulas con significados
ridículos, absurdos, exagerados.
El viento se mueve entre mi cuello
y mis hombros, se desnuda
una parte del aire ante mí.
Sufrir es tener hambre
y no saber de qué.
Ayer entendí:
no soy todos ni en todas partes.
Naturalmente, fui feliz.
Quiero cincuenta cosas,
todas al mismo tiempo.
Puedo vivir sin ellas,
pero igual las quiero.
Levantarse de la cama,
ajeno al mundo que durmió.
Amanecer con los ojos abiertos
mirar por la ventana.
Hoy también se hará de noche.
2 comentarios:
A veces, el mundo puede ser una ventana.
Muy de acuerdo, Jorge!
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