Ayer tuve un asado,
hoy tuve un asado,
mañana tengo un asado.
¿De qué me quejo?- se estarán preguntando.
De que diciembre encarna* el conglomerado mayor
de eventos, fiestas, vinos, carnes, encuentros, quilombos.
Es una fiesta noctámbula permanente.
Yo en verdad no me estoy quejando (amo el asado, amo diciembre) pero
me parece que sirve como ejemplo del funcionamiento de la vida:
cuando viene algo bueno, viene mucho,
cuando viene algo malo, viene mucho,
cuando hay, hay todo,
cuando no hay, no hay nada.
*Fijate el juego entre asado y el verbo "encarna",
sutil, ¿no?
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