miércoles, 28 de septiembre de 2011

Trauma y final desconcertante

Cuando era chica, le ponía tanto empeño
a cerrar con llave el diario íntimo,
que de tan bien escondida usualmente la perdía.

Cuando era chica, le ponía tanto empeño
a cerrar con llave el diario íntimo,
que de tanto secreto
me daba pudor contarle incluso al diario mis secretos.

Cuando era chica, le ponía tanto empeño
a cerrar con llave el diario íntimo,
que terminaba poniendo frases en clave
así nadie podría descifrar mi intimidad.
(Ni siquiera yo misma).

Hoy escribo
en un blog sin llaves.