domingo, 24 de octubre de 2010

Me está costando el temita amanecer.

Últimamente me azota fuerte el látigo de los sueños densos y escurridizos;
aquellos que se sueñan previa e inmediatamente antes de abrir los ojos.
Mi mente los recuerda y recompone de manera fugaz y efectiva
y en un tentempié caen y se deshacen en mis propios pensamientos
como de nunca haber existido.
Trato, trato, trato, pero en ese mismo esfuerzo
los veo alejarse más y más de mi finita memoria.
Guachos putos.

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