No tuve tiempo de pensar en la sonrisa
cuando otra se asomaba
como por debajo de la alfombra;
mucho helado y un poco de vasos llenos de
líquidos con cubitos flotando
y el aire también flotaba
y nosotros, flotando como cubitos,
el ventilador arriba girando lento.
Sin persianas los ojos entreabiertos,
sudor en tu cara,
sensación de verano y vacaciones con sombrilla,
yo me puse colorada, no sé, qué se yo.
Ando caminando despistada y se abren en la calle
agujeros que son pozos pero sólo para mí:
soy la única que se tropieza, ando distraída.
Los demás no intuyen mis pozos, son sólo míos.
Sigo con la vista cada curva,
cada diente; son lindos.
Mejor no me muevo, tengo miedo
de romper algo de todo esto.
Mejor me muevo mucho,
quizás así llegue a ningún otro lugar;
total quiero estar acá o allá, eso no me importa.
Sí me importan tus dientes.