Se mueve todo

Salvo el deseo:
el deseo no envejece.

No va.

Estoy en contra de cualquier lugar
en el que haya que hacer cola para entrar.

Dos puntos.

Evolucionar constituye una infidelidad:
a las antiguas voces de uno mismo.

Dos tipos de gente.

Los que guardan el pan lactal en la heladera
y los que lo dejamos a la intemperie.

Let it be.

Es en vano intentar controlar
un ataque de llanto:
cuanto más pensás en no llorar
más lágrimas te vienen a los ojos.

¿Ok?

Tendríamos que ponernos de acuerdo,
en primer lugar,
en que no estamos de acuerdo.

Qué problema cuando

Yo pienso en vos
y vos pensás en vos.

Fuerza, compañeros.

Empezó.

¡Linda!

Creo II

Perspectiva
es todo
lo que necesitamos.

Romper el chanchito por un deseo.

Quiero bordear lo más cerca posible
el mundo de lo sensible.
Platón, hoy necesitaría llamarte
y pedirte una clase particular.
Me pregunto cuánto me cobrarías.

Pido.

Alegría del hogar,
cómo me gustaría que alguien me regale
una alegría del hogar.

Entender. Quizás.

Entender es a veces
dejar que pase el tiempo.
Otras veces igual no entendés.

Lunes de neblina.

Cómo era esto
antes de ser todo 
esto.
Ya ni sé.
Ya nunca supe.
Ni idea si supe qué.

Un uso peculiar del plural.

Estoy con un ataque
de hambres.
[Es tanto, que son como varios ataques de hambre juntos].

¡Adelanto de la alegría!

 Hay un libro cerca.

Digo IV

Que menos mal que existen las parrillas.

Beckett es esto:

Frente a lo malo

hasta que nos de risa.

Lacan, mamá y yo.

Incesantes, frenéticos, disparatados

intentamos llenar el vacío del mundo

con palabras, con teorías, con afirmaciones,

con cultura, con proyectos, con modelos.

Incesantes, frenéticos, disparatados

fracasamos, una y otra vez, frente a lo que nunca puede ser completado.

No dejamos de intentar porque estamos vivos

y porque estamos vivos, fracasamos.

No nos aburrimos de rotular episodios

pero ninguna etiqueta satisface la necesidad de definición.

No podemos pensar más justificaciones

pero no podemos parar de justificarnos.

Todo necesita ser algo,

y nosotros necesitamos hablar de todo.

Incesantes, frenéticos, disparatados,

hablamos para no dejar de vivir.

Empezó esa época...

Promedio: tres chocolates por día.

Máximo.

Movimiento es a veces
detenerse.
Así, quieta como me ves,
estoy corriendo.

Hay de los dos.

Días que llueve afuera,
días que llueve en mí.

Hay que hacer la prueba.

Si cerrás fuerte los ojos,
te encontrás más con vos mismo.
(y ves puntitos naranjas).

Una tras otra.

Las palabras
caminan solas.

Yo todavía no.

Grandes son
las mujeres que cuando caminan
hacen ruido a tacos.

Hola, si, ¿hacen delivery?

Traer un poco de vida no vendría mal.

El mundo es algo que existe.

Lo que existe.
Lo que es.
Lo quiero.

Propuesta de domingo.

Cancelemos el mundo un ratito.

No salgo más.

No sé si es el frío o qué
pero últimamente siento que no existo.

Descontrol.

Hoy ni la palabra
me tranquiliza.

No estoy tan segura:

Se me perdió algo que no se qué es
en algún lugar que no tengo idea dónde queda.